Ah, Mabel, la
enamoradiza compulsiva y casamentera intervencionista...
Llegar a la edad en
la que se deja de ser niña o niño y se empieza a sentir atracción amorosa es
toda una revelación para ellas y ellos. Cuántas ganas de experimentar y a la
vez, cuántos tropiezos han de venir. Es que no son como nosotros los adultos,
que caminamos por senderos que ya conocemos. Es que los pre-adolescentes han
de recorrerlos por primera vez. Y por eso es que no podemos ni debemos
culparlos de nada. Por eso es que son inocentes...
Reconozco que pisamos
terreno delicado. Mabel es dulce, pero empalagosa. Amable, pero tremenda.
Solidaria, pero selectiva. Una persona que con la mejor intención ayuda a los
que quiere, pero que algunas veces llega a perjudicar a los que ayuda.
¿Porqué? Ella no es
maliciosa. Es bondadosa, pero inexperta. Qué bueno que tenga grandes
sentimientos y una vida emocional intensa, pero considera que la inteligencia y
la cultura son para torpes (entre los que llega a incluir a su propio hermano
más de una vez).
Ése es un error
grave. Cierto que Dipper se ve patético con su larga lista de puntos en su plan
para lograr bailar con Wendy, pero al rechazar la cultura al extremo y dejarse
llevar por las emociones, ella no encuentra el momento adecuado para ser más
juiciosa y así preservar sus logros en el caótico juego del amor.
A Dipper le falta más
espontaneidad como la que tiene Mabel, y a Mabel le falta más pensamiento
metódico como el de Dipper. Sus personalidades contrastan, chocan pero también
se complementan. Porque son hermanos. Porque la sangre llama, incluso, o más
bien, sobre todo en los momentos más difíciles.
En el caso de Mabel, su
necesidad de amistades está influenciada además por cuestiones de género. Dipper quiere amigas y amigos. Mabel solo
quiere amigas. Que busque pareja entre los muchachos es un detalle que se cuece
aparte.
Ella no siente una
necesidad imperiosa de ser popular, como ocurre con su rival, Pacífica
Noroeste. Sin embargo, Mabel se enreda en una lucha por la aprobación en el
episodio "Doble Dipper", pero solo como respuesta a la humillación
que Pacífica hizo contra Candy y Grenda, las nuevas amigas de la chica Pines.
Esas tres también son unas revoltosas adorables. Vaya que sí. |
En cuanto a ese
detalle de la marginalidad, ¿Quién trata de encasillar en la marginalidad a Mabel? Pues
principalmente la propia Pacífica, quién, en su plan de "Diva", no
baja a la niña Pines de rara, además de decirle que ese nombre de Mabel es como
de señora anticuada. Mabel ha de luchar para que se reconozca su personalidad
festiva y no aburrida, como pretende su rival.
Las mujeres también compiten por el poder desde pequeñas. |
Solidaridad es lo que
caracteriza a Mabel en más de una ocasión a lo largo de toda la serie, no
obstante, reconozcamos que es una solidaridad con criterio propio. Mabel
defiende a Candy y Grenda en la competencia por la corona del baile, y asume
temporalmente la jefatura de la Cabaña del misterio luego de discutir con el
tío Stan. Trata muy amablemente a Wendy y "Soos", que han vivido días
de franca explotación por el señor Pines (aunque después la misma Mabel cancela
el trato amable, debido a que Wendy y "Soos" abusan de las nuevas
canonjías que les ofreció la niña).
En cambio, varias
veces Mabel impone sus deseos e ilusiones por sobre de las de su hermano,
quién, al tener también mucho corazón pero en sentido masculino, no puede dejar
que su hermana sufra, y en más de una ocasión él se sacrifica para que ella
pueda tener algo de dicha. El asunto de la liberación de Marmando, el tritón,
fue una de las experiencias más bochornosas para Dipper.
Y es que Mabel y
Dipper se quieren como hermanos, en el fondo, pero también llegan a ser
rivales. Se pelean por tener un cuarto propio, o por buscar la dicha en lo
sentimental por sobre la del otro (lo de la persecución de Dipper hacia Mabel,
que lleva a Marmando a bordo del carrito para liberarlo al mar y sin importarle
que Dipper pierda el empleo de guardavidas, en el que él está junto a su
querida Wendy, es un episodio muy claro en este punto).
"Su enorme
corazón", como llega a expresare de él la misma Mabel, es su bendición y
también su penitencia. Al final, las niñas y las mujeres se sentirán
identificadas con Mabel debido a su fuerte personalidad emocional, y los niños
y los hombres terminaremos comprendiéndola, porque en su afán de vivir al
máximo, ha de cometer muchos errores, como muchos de nosotros, sin importar
cuál es el género que nos asignó el destino.
También nos da algo de pena cuando ella se pone triste. |
Si a Mabel le interesara la cultura no habría tenido problemas con Marius, el niño barón austriaco, y no habría confundido Austria con Australia. Ni sería tan impaciente por ser amada, ya que las cosas a su tiempo, como en todo.
Y si leyera algún día a Franz Kafka (cosa muy improbable), vería este fragmento de "Consideraciones sobre el pecado, el padecimiento, la esperanza y el camino verdadero". Cito a continuación:
"1. El camino verdadero se abre sobre una cuerda que no está tendida en la altura, sino a poca distancia del suelo. Parece estar destinada más a tropezar que a hacer equilibrio sobre ella."
"2. Los errores humanos son: la impaciencia, una prematura interrupción de lo metódico y un escueto cercamiento del asunto que es sólo aparente."
"3. Existen dos pecados capitales, de los cuales surgen todos los demás: impaciencia y desidia.
A causa de la impaciencia los hombres fueron expulsados del paraíso; a causa de la desidia no pueden retornar.
Quizás, sin embargo, exista UN SOLO pecado capital: la impaciencia. Por la impaciencia fueron expulsados del paraíso y la misma impaciencia les impide regresar."
Es todo por el
momento. En la siguiente entrega, nos dedicaremos a analizar a profundidad los
rasgos de personalidad de Wendy. Estén muy pendientes, porque hay mucho y muy
sustancioso qué decir sobre este personaje de larga cabellera roja.
- Misterioso / C -
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